Empieza por escoger un pequeño texto de un libro y lo memorizas para narrarlo. Que sea un texto libremente elegido que nazca de tu deseo. Porque el deseo es lo que verdaderamente mueve el mundo.

Cualquier persona, sea cual sea su edad, lengua, origen, género o condición social, puede llegar a ser una persona libro, porque todo el mundo tiene la capacidad de elegir un texto que le haya inquietado o conmovido: un texto deseado.

Pero sería un error narrar ese texto soltando las palabras al aire en lugar de entregarlas bien a quienes quieran escucharlas. Es por ello que te ofrecemos la Palabra Vinculada o palabras «de chocolate fundido».

Las usamos cuando tenemos a una criatura en nuestros brazos, o a un amor, o a alguien que se nos está muriendo. Son de las de verdad, de las que nos expresan bien. De las que no se diluyen en el aire ni intentan imponerse a quien las escucha. De las que llegan. Quizá por ello las tememos tanto como las deseamos. Por esta razón, aun siendo muy importante que sean palabras deseadas, es todavía más importante que las entreguemos con delicadeza y eficacia, de tal manera que esa manera de ofrecerlas muestre la manera de vivir que buscamos.

Es esencial que cada persona libro, además de elegir textos y hacerlos suyos y compartirlos, se forme en el buen uso de la Palabra Vinculada. Por ello, te invitamos a que veas los tutoriales de cómo usar la Palabra Vinculada o palabras «de chocolate fundido».

1. Primer tutorial

Un error: lanzar las palabras al aire

2. Segundo tutorial

Palabras vinculadas o «de chocolate fundido»

3. Tercer tutorial

La palabra siempre tiene dirección

4. Cuarto Tutorial

La mirada que respira

5. Quinto tutorial

La tela mágica, un espacio de encuentro con el otro

6. Sexto tutorial

Ejemplo de narración

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