MANIFIESTO SOBRE LA LECTURA COMO DERECHO HUMANO.

En noviembre de 2007 el Proyecto Fahrenheit 451 (las personas libro) dejó su legado en la caja 451 de la Caja de las Letras del Instituto Cervantes. Consistía en un manifiesto, la Carta a Europa, para solicitar al Parlamento Europeo que la lectura sea reconocida como un derecho y
seña de identidad europea.

El Proyecto Fahrenheit 451 está preparando el lanzamiento de la Carta a Europa para que se adhieran todas las personas e instituciones que crean en la necesidad de blindar el derecho a leer.

PUEDES FIRMAR AQUÍ NUESTRO MANIFIESTO

CARTA A EUROPA
La lectura, derecho humano y seña de identidad europea.

Nunca llegamos a otro sino otrándonos.
Pessoa, El libro del desasosiego.

En el territorio ocupado a través de los años por la Europa que entre tantas personas estamos haciendo, ha habido monjes que elaboraban bellísimos manuscritos, poderes que quemaban los libros, personas e instituciones que ayudaban a escritores, maestros y poetas asesinados,
bibliotecas destruidas por la barbarie y la intolerancia, una persona llamada Gutenberg, una niña, de nombre Anna Frank. Todo esto es la demostración de que nuestra historia se puede recorrer, y hacer, a través de los libros y no solo a través de las guerras.

Por ello, porque no queremos que nuestra historia se vuelva a hacer con guerras; porque somos conscientes de que los libros y la lectura no son patrimonio exclusivo de nadie, sino que son lo que une a todos los pueblos y culturas, a todos los tiempos y personas; porque la lectura en concreto nos define y muestra nuestra voluntad de encuentro con los demás seres humanos y lo que les acontece en sus pensamientos y vidas; porque creemos que hoy día nadie puede vivir con dignidad humana sin la lectura, ya que es la clave para que la persona sea humana, más humana incluso; por todo ello, es por lo que las personas e instituciones que firmamos este manifiesto lo presentamos ante el Parlamento Europeo: para mostrar así, ante el mundo entero, que tenemos voluntad de construir un futuro más humano.

Proponemos al Parlamento, en el que está representada la soberanía de todas las personas que habitamos nuestra vieja y nueva Europa, que elija libremente la lectura como la seña de identidad de la Europa que deseamos hacer entre todos; por la sencilla razón de que es un bien del que nadie puede prescindir, incluso un derecho humano, aunque no venga escrito expresamente en la Declaración Universal.

El hecho de que la seña que elegimos para que nos identifique, y con la que identificarnos, no sea algo exclusivo de nuestra historia, sino un gesto abierto y siempre por hacer es algo que valoramos.

Que por desgracia la lectura todavía sea un derecho perseguido garantiza la humanidad de nuestra elección.

Que sea una acción sencilla que se puede hacer en intimidad o en público muestra la actitud con la que miramos al futuro: sin héroes ni hazañas.

Que nos acoja y arrope cuando estamos perdidos demuestra que ofrecer refugio es un claro signo de civilización.

Que en la lectura siempre encontremos pensamientos que nos animan a vivir, dolores comunes, sentimientos compartidos por personas muy diferentes, detalles reveladores, razonamientos que pueden cambiar el sentido de nuestra manera de pensar y vivir el mundo, y, sobre todo, muchos silencios cargados de vida, todo ello nos hace pensar que la lectura quizá sea un buen camino para llegar a los otros (personas, países, culturas…).