Bibliotecas escolares amigas de las personas libro

La acción es bien sencilla: las jóvenes personas libro eligen el fragmento de libro que más les gusta, que les llega, y los adultos no lo juzgamos ni, por supuesto, lo censuramos, sino que potenciamos que se puedan expresar, que quieran hacerlo desde lo que libremente elijan. Por supuesto, es muy probable que, en un principio, acudan a textos que, lejos de liberarlos, los anclen en los papeles que nos han adjudicado durante muchos años, sobre todo a las mujeres; pero, los encuentros de Jóvenes Personas Libro facilitan que descubran otros textos, otros enfoques muy distintos a los de esos libros que pretenden colonizarnos; además de que se descubran entre ellas, ellos, como personas únicas que tiene algo que aportar. Por ello, el juego Jóvenes Personas Libro es liberador y potencia en cada persona su deseo más íntimo y auténtico.

Dice Hannah Arendt en De la historia a la acción que «el acto más pequeño en las circunstancias más limitadas lleva la semilla de la misma ilimitación e imprevisibilidad; un acto, un gesto, una palabra bastan para cambiar cualquier constelación». Animamos a las personas que trabajan en las bibliotecas escolares a que propongan a las niñas y niños, a la gente joven de sus centros, que jueguen a ser jóvenes personas libro. Ese acto, esa pequeña acción lúdica, puede lograr cambios significativos en sus vidas.

Otra cuestión es que este proyecto se sirve de Internet y hace que las redes, lejos de ser un mecanismo colonizador, sean una herramienta al servicio de las personas, que ahora las utilizarán para potenciar sus sentimientos y pensamientos, su personalidad, su proceso de crecimiento como personas únicas que viven en comunidad y que no temen ni al silencio ni a la palabra.